viernes, 12 de enero de 2007

¡ Puta La Negra Buena !

El otro día subí a la micro en Plaza de Armas; pero antes de subir, cedí el paso a una hemosa negra (¿o morena?...da igual) una bellísima mujer, alta, delgada de figura muy estilizada, jeans ajustados y blusa blanca ligera. Me sonrió y en un acento cubano, me dio las gracias, sonreí seductoramente. Al ingresar sus monedas a la máquina, ésta devolvió algunas y Ella, en un gesto muy femenino, me miró como no entendiendo lo que pasaba; yo introduje mis dedos en la abertura inferior de la estúpida máquina (cómo rechazarle algo a Ella) las máquinas son ciegas. Tomé sus monedas y las volví a introducir en la ranura, con el consecuente efecto mecánico, que terminó con un boleto entre mis manos y las suyas, rozándose. Otra vez ese acento, acompañado de una sonrisa que se abrió como telón del Municipal, justo antes de escuchar en su voz la más hermosa de las melodías líricas..."gracias es usted muy amable". Giró e inició su desfile por la pasarela, entre las miradas lascivas del folclórico macho chileno: hombres desgastados por la rutina y apagados por la ausencia de emociones, expeliendo el olor de un hábito higiénico no muy arraigado. Pero antes del primer paso y por el rabillo de sus ojos, su mirada volvió a sonreírme. Sentí un deseo incontrolable de seguirla y sentarme a su lado o tal vez, cerca suyo y elaborar al amparo del anonimato, una estrategia para conocerla. Qué le digo... tal vez lo mejor es entregarle mi tarjeta con algún mensaje seductor e irresistible, que la arroje a mis brazos instantáneamente o en el peor de los casos, que me llame por teléfono, suplicando mi presencia en su alcoba...¡ sííí, sí...aah no es mala idea!...mmmh... "A ver, espera un poco" (habló la cordura), ¿por qué se fijaría en un imbécil como yo?. A lo mejor es ... nooo que va...¿puta? (resonó en mi cabeza)... y si lo es ¡qué importa! es sólo un trabajo más, a todos nosotros nos afilan a diario y por mucha menos plata ¡que va! es un buen oficio y por lo demás, mientras su corazón sea limpio y sincero, todo está bien...ya echémole pa'elante no má, nada se pierde. En ese preciso instante, como una tremenda bofetada de madura sabiduría, resonaron en mi mente las palabras de una querida amiga, la Ximena - ¡No hagas tal de involucrarte con una cubana, son todas unas calientes! Entiende, tienen otra forma de vivir, para ellas el sexo y el erotismo es algo que llevan en los genes, sobre todo las negras, ¿a qué crees que vienen a Chile?, si es que no saben cantar o no tienen estudios, trabajan de putas, "acompañantes" le dicen, "escorts" pa' los ABC1; son todas i-g-u-a-l-e-s...- Duras palabras; pero no querida amiga, no por un grupo de negras centroamericanas, vamos a estigmatizarlas a todas, no sería justo para todas aquéllas mujeres de esfuerzo, que tienen nobles sentimientos; incluso, aunque trabajen en la más antigua de las actividades, también tienen derecho a un poco de amor verdadero. Qué importa si el día de mañana, pueda encontrarse con algún antiguo cliente seboso, que la mire a los ojos en la calle y sonría con sorna ante el recuerdo de sus nalgas turgentes de ébano, sobándose en su grasiento miembro... y ante la mirada incómoda e ignorante del burgués gentilhombre, que la lleve tomada tiernamente de la mano...¡no señora! alguna debe haber por ahí que merezca el esfuerzo... Al terminar tan profunda reflexión, me dispuse a entregar mi tarjeta, pero ya era tarde, Ella ya no estaba y yo ya había llegado a mi destino. Juro nunca más titubear ante una oportunidad de ser feliz con una mujer como aquella cubana...¿o habrá sido colombiana?

1 comentario:

Yarith Ceculia Ruiz Ariza dijo...

Holita de nuevo:
No, no, no... Negra y morena no son lo mismo... y bien marcadas son sus diferencias...

Continúo después.

Kya.